Vicepresidente de la CChC alerta sobre un estancamiento y las concesionarias acusan un sinnúmero de trabas para concretar iniciativas en curso.
Desde que el Presidente Gabriel Boric se calzó la banda presidencial, el Gobierno no ha realizado ningún llamado a licitación para concesionar obras públicas, mientras que todos aquellos proyectos que están en curso provienen de administraciones pasadas. La situación preocupa al mundo privado, donde esperan señales en medio de un deteriorado escenario económico y de empleo: Chile sufre una recesión y la desocupación amenaza con elevarse a dos dígitos en los próximos meses. Y las obras públicas son un proveedor gigantesco de inversión y empleo.
‘Según información oficial de la Dirección General de Concesiones, el plan anunciado por el Gobierno aún no exhibe llamados a licitación. El Instituto Nacional del Cáncer y la Ruta 5 tramo Chillán-Collipulli tienen decretos de adjudicación publicados en el Diario Oficial en febrero de 2023 y el Hospital de Coquimbo, con decreto de adjudicación en septiembre de 2022. Todos corresponden a proyectos llamados a licitación durante el 2021’, dice con datos el vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Alfredo Echavarría.
El empresario cuenta que la cartera de proyectos anunciada por el Gobierno comprende 57 iniciativas que corresponden a 43 licitaciones que debían realizarse en el período 2022-2026, por un monto de US$ 14.000 millones, aproximadamente. Sin embargo, en el gremio constructor comentan que no existe avance.
‘Sabemos que están por llamarse las primeras licitaciones, cosa que esperamos suceda lo más pronto posible. Por último, también hemos conversado con el Ministerio de Obras Públicas (MOP) para que puedan activar o acelerar los llamados convenios complementarios’, apunta Echavarría.
En materia de concesiones, respecto a la cartera vigente, los proyectos a abril del 2023, que se encuentran en alguna etapa avanzada de ingeniería o constructiva, ascienden a 17 obras por un monto cercano a los US$ 4.700 millones y todos fueron adjudicados en gobiernos anteriores, según el último informe macroeconómico de construcción de la CChC (MACh).
En el centro de estudios ligado a la oposición Libertad y Desarrollo también lo advierten. El investigador Tomás Flores calcula que ‘de acuerdo al MOP, durante el 2023 se deberían licitar por lo menos 11 proyectos. Pero el último proceso se realizó en marzo del año pasado y corresponde al proyecto Orbital Sur (que conecta el Acceso Sur, la ruta 5 y la ruta 78), pero al parecer no hay adjudicación en los últimos meses’. Para el exsubsecretario, el Gobierno está perdiendo una gran oportunidad de dinamizar la economía.
Modelo probado
Exministros de Obras Públicas plantean sus dudas respecto a que esta demora responda a un tema más ideológico que técnico.
‘Imagino que para algunos de los miembros que participan en la coalición no era tan importante este tema de las concesiones, pero espero que esto haya cambiado, ya que las concesiones es uno de los mecanismos por donde se puede avanzar en obras públicas, pero mediante inversión privada, dejando recursos al Estado para atender muchas necesidades sociales’, dice el exMOP y hoy presidente del Colegio de Ingenieros, Hernán de Solminihac. Al igual que Flores, plantea que un impulso en concesiones puede ser un gran espaldarazo a la economía y a la generación de empleo.
Una mirada similar tiene el exministro de Ricardo Lagos Javier Etcheverry, quien resalta que el modelo de concesiones chileno ha dado muestras de ser eficiente y espera que no se deje de lado, porque ha ‘permitido crecer fuerte en la infraestructura necesaria para el país, sin que el Fisco tenga que adelantar esos recursos’.
Agilizar permisos
En la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (Copsa) consideran que la falta de nuevos llamados no es tan compleja, ya que existen relicitaciones, ampliaciones y mejoras a través de convenios complementarios, que mantienen activo al sector. Lo que preocupa es la tardanza en la concreción de proyectos ya existentes por culpa de la permisología y la burocracia.
Según los cálculos del presidente de Copsa, Leonardo Daneri, en el sistema existen hoy obras por cerca de US$ 6.500 millones que están adjudicadas, en fase de construcción o de ingeniería de detalle, ‘pero el principal problema es que, por demoras en trámites, permisos o hallazgos arqueológicos, se han extendido en demasía los plazos de ejecución y, de no existir un quiebre en la tendencia, inversiones que podrían enterarse en 3 años, lo harán en cinco o seis años’.
Con estas trabas, Daneri advierte: ‘antes de preguntarnos si faltan más llamados, debemos ocuparnos de ser capaces de materializar los que hoy están en curso’.
Fuente: La Segunda